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Cuidados de la piel: 10 reglas que debes aplicar

La comprensión de los ingredientes en los productos de cuidado personal, puede llegar a ser tan abrumadora y confusa que tendemos a mejor cerrar los ojos y pasarlas de largo. Leer una etiqueta de cualquier producto nos deja con tanta información que no podemos o sabemos controlar. Sin embargo, podemos comenzar a hacer algunos cambios simples en la vida diaria para hacer que la rutina de cuidados de la piel sea más sencilla y efectiva.

  1. Utiliza menos o limita los productos que usas

Revisa el estante donde guardas todos tus productos para la piel y responde honestamente: ¿cuántos de ellos realmente necesitas? No es nada extraño que tendamos a comprar cientos de productos para el cuidado de la piel, aunque muchos de ellos hagan exactamente lo mismo (la única diferencia es que son de distintas marcas).

Lo más recomendable es que no apliques una cantidad excesiva de productos para el cuidado de la piel, ya que los productos químicos que contienen, en lugar de mantenerla en perfectas condiciones, pueden acelerar el proceso de envejecimiento. Así que la siguiente vez que pienses en usar 6 cremas faciales a lo largo del día, piénsalo dos veces, pues para mantenerla radiante y tersa, tu cara solo necesita una buena rutina de limpieza apropiada, bloqueador solar adecuado y una crema hidratante de acuerdo con tu tipo de piel.

  1. Escoge productos con más de un propósito

Esto va totalmente de la mano con el punto anterior: evitarás tener decenas de frascos diferentes con cientos de ingredientes químicos para realizar tu rutina de cuidado de la piel y, como extra, reducirás tu impacto en el medio ambiente utilizando una menor cantidad de envases.

Probablemente te suene extraño, pero con la finalidad de disminuir tu exposición a productos químicos, puedes utilizar varios productos comunes como sustitutos en tu rutina. Por ejemplo: prueba desmaquillarte con aceite de oliva orgánico; tu shampoo también puede ser un gel de baño; algunos productos para el contorno de los ojos son grandes sustitutos de los bálsamos labiales e hidratantes de cutículas.

  1. Elije productos con pocos ingredientes

Que un producto tenga una lista enorme de ingredientes, no significa que sea mucho mejor. Recuerda que el objetivo es alejarnos del exceso de productos químicos que contienen los productos para el cuidado de la piel y tratar de hacer una rutina más natural.

  1. Olvídate cómo luce la etiqueta o el envase del producto

Lo que dice la botella y la forma en que está diseñada no tiene absolutamente nada que ver con lo que ofrece el producto. No dejes que una envoltura especialmente diseñada para vender, te atrape. Busca aquellos productos que utilizan una cantidad menor de empaques, ya que esto también afecta al medio ambiente por la enorme cantidad de basura que se genera.

  1. No te cases con una marca

Es inevitable: reconocemos a los productos del cuidado de la piel por los nombres que, gracias a la publicidad y el tiempo, se han quedado arraigados en nuestras memorias. E indudablemente, también asociamos estas marcas reconocidas con calidad y ciertos beneficios que siempre hemos escuchado que prometen en sus anuncios publicitarios.

Recuerda que el punto es eliminar estos estigmas con los que hemos marcado a estas marcas y buscar alternativas que sean más beneficiosas para la piel, por ser naturales o adaptarse mejor al tipo de piel de cada persona, en lugar de ser genéricas, ya que esto la puede afectar considerablemente si no tenemos idea de qué producto necesitamos de manera específica

  1. Cambia a maquillaje mineral

El mantra es: ¡Adiós a los productos químicos que dañan mi piel! El maquillaje es una de las principales fuentes de ingredientes químicos que maltratan tu piel, incluso si tienes la costumbre de desmaquillarte religiosamente todas las noches. Desde hace algunos años, el uso de maquillaje mineral se ha vuelto una tendencia por los múltiples beneficios que este aporta.

Los maquillajes fabricados a base de minerales no causan alergias pues sus ingredientes son naturales; ayudan a combatir el acné debido a que su textura es ligera y contienen dióxido de titanio y óxido de zinc, minerales que tienen propiedades anti-inflamatorias; no obstruyen los poros, lo cual evita la aparición de puntos negros; y tienen mayor duración en el rostro, pues su composición se adapta a cualquier tipo de piel.

Es importante recordar que, además de estos consejos, es fundamental contar con una rutina de cuidado de la piel que te permita mantenerla luciendo radiante y tersa durante todo el día. Si tienes más de 30 años, aquí te compartimos algunos consejos para mantener tu piel fresca.